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Como es de suponer, a mayor antigüedad del vehículo aumentan las posibilidades de que el coche no pase con éxito la ITV. El porcentaje de vehículos que no superan la ITV a la primera suele ser entre el 18 y el 19 % cada año. En este post relatamos cuales son las averías comunes en coches que no pasan con éxito la ITV.

Según su antigüedad este es el porcentaje de automóviles que no consiguen pasar la ITV: coches de menos de 5 años, en torno al 8%;  coches entre 5 y 10 años, 14,5 % de los casos; coches entre 10 y 15 años, más de un 20% de suspensos y en los coches de más de 15 años supera el 23 %.

En España, el primer motivo de rechazo en la ITV son el alumbrado y los neumáticos. Ambos conceptos suponen el 45% de los defectos graves. El mal estado del sistema de frenos, es el tercer problema más habitual. El cuarto motivo, son las emisiones contaminantes, aunque la edad del coche no resulta determinante. Además de estos fallos se encuentran fallos en las rótulas de la suspensión, las fugas de lubricante o del líquido hidráulico de los amortiguadores, rotura de la caja de cambios, deterioro de la dirección y problemas en la batería o el sistema eléctrico son las principales averías.

A continuación, os explicamos los fallos mecánicos más relevantes según el tipo de automóvil (datos del informe Dekra).

Microurbanos: Este segmento es de los menos fiables ya que, para contener su precio, los fabricantes emplean las mecánicas y sistemas más sencillos y baratos de producir. También suelen sufrir un mayor desgaste porque se usan en ciudad, en trayectos cortos y muchos de ellos no se guardan en un garaje, las averías no suelen ser demasiado importantes.

Urbanos: Los urbanos, son coches por lo general de bastante calidad tienen mejores acabados y remates que los microurbanos al tiempo que utilizan tecnología mucho más moderna, hasta el punto que los más fiables del segmento están al nivel de coches mucho mayores y caros, no suelen dar muchos problemas.

Compactos: son coches equilibrados en la relación precio/tamaño/calidad pero también de gran fiabilidad, ya que en general son de bastante calidad. Un coche compacto es una buena elección.

Berlinas: son vehículos con una fiabilidad muy alta y los problemas que presentan son sencillos de reparar, ya que no son vehículos cuyo hábitat natural sean los viajes en carretera. En cuanto a las berlinas de lujo, sí se encuentran más fallos debido a que pesan más, por lo que es más fácil detectar fallos en las rótulas de la suspensión y sus fallos electrónicos son más costosos de reparar.

SUV y todoterrenos: El elevado peso de estos modelos es la principal causa de los abundantes problemas en frenos y elementos de la suspensión, como las rótulas. En cuanto a los motores y sistemas electrónicos, son tan fiables como otro tipo de vehículos.

Monovolúmenes compactos: A pesar de que derivan en gran parte de compactos, su fiabilidad no es tan elevada. Según Dekra, la diferencia de peso es lo bastante apreciable como para que se produzca un mayor desgaste de los sistemas de frenos y de elementos de la suspensión.

Monovolúmenes grandes: Los problemas habituales están relacionados con el chasis, debido al elevado peso de estos modelos.

Deportivos (descapotables y coupés): Sus problemas se centran en el sistema de frenos, que es algo habitual en los modelos de carácter deportivo.